Día del Señor 44

Temas: Antigua Naturaleza, Codiciar, Cristo, Décimo Mandamiento, Espíritu Santo, Gracia, Imagen de Dios, Ley, Mandamientos, Perdón

113. P.

113. Pregunta: ¿Qué ordena el décimo mandamiento?

R.

Respuesta: Que ni por deseo o pensamiento nuestros
corazones se rebelen jamás contra alguno de los
mandamientos de Dios, sino que en todo tiempo aborrezcamos el pecado de todo corazón y nos deleitemos en toda justicia (a).

 

a. Rom. 7:7.
114. P.

114. Pregunta: ¿Pueden guardar perfectamente estos
mandamientos los que son convertidos a Dios ?

R.

Respuesta: No, porque incluso los más santos, en tanto estén en esta vida, no cumplen más que con un pequeño principio de esta obediencia (a). Sin embargo, empiezan a vivir firmemente no sólo según algunos, sino todos los mandamientos de Dios (b).

a. Juan 1:8; Rom. 7:4, 15; Eccles. 7:20; 1 Cor. 13:9.-b. Rom.
7:22; Salmo 1:2.

115. P.

115. Pregunta: Entonces, ¿Por qué quiere Dios que se nos
predique tan rigurosamente los diez mandamientos, si no
hay nadie que pueda observarlos perfectamente en esta
vida?

R.

Respuesta: Primeramente, para que durante toda nuestra vida conozcamos más y más, cuán grande es la inclinación de nuestra naturaleza a pecar (a), y así busquemos con más fervor la remisión de nuestros pecados y la justicia de Cristo (b). Después , que nos apliquemos sin descanso a suplicar a Dios la gracia de su Espíritu Santo, para que cada día seamos más renovados a su imagen, hasta que, después de esta vida, alcancemos la perfección que nos es propuesta (c).

a. Rom. 3:20; 1 Juan 1:9; Salmo 32:5.-b Mateo 5:6; Rom. 7:24, 25.-c. 1 Cor. 9:24 Filip. 3:12-14.

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