Día del Señor 30

Temas: Cena del Señor, Crucifixión, Espíritu Santo, Fe, Idolatría, Iglesia, Llaves del Reino, Misa, Pacto, Pecado, Perdón, Sufrimiento

80. P.

80. Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre la Cena del Señor
y la misa papal?

R.

Respuesta: La Cena del Señor, nos testifica que tenemos
remisión perfecta de todos nuestros pecados por el único
sacrificio de Cristo, que El mismo cumplió en la Cruz una sola vez (a); y también que por el Espíritu Santo, estamos
incorporados en Cristo (b), el cual no está ahora en la tierra según su naturaleza humana, sino en los cielos a la diestra de Dios, su padre (c), donde quiere ser adorado por nosotros (d).La misa enseña que los vivos y los muertos no tienen la remisión de los pecados por la sóla pasión de Cristo, a no ser que cada día Cristo sea ofrecido por ellos por mano de los sacerdotes; enseña también que Cristo está corporalmente en las especies de pan y de vino, y por tanto ha de ser adorado en ellas. Por lo tanto, el fundamento propio de la misa no es otra cosa que una negación del único sacrificio y pasión de Jesucristo y una idolatría maldita (e).

a. Hebr. 10:10, 12, Hebr. 7:26, 27; Hebr. 9:12, 25; Juan 19:30; Mateo 26:28; Luc. 22:19.- b. 1 Cor. 10:16, 17; 1Cor. 6:17.-c. Juan 20:17; Col. 3:1; Hebr. 1.3; Hebr. 8:1.-d. Mateo 6:20,21; Juan 4:21; Luc. 24:52; Hechos 7:55; Col.3:1; Filip. 3:20; 1 Tes. 1:10.-e. Hebr. 10:12, 14.

81. P.

81. Pregunta: ¿Quiénes son los que deben participar de la
mesa del Señor?

R.

Respuesta: Tan sólo aquellos que se duelan verdaderamente de haber ofendido a Dios con sus pecados, confiando en ser perdonados por el amor de Cristo y que las demás flaquezas quedarán cubiertas con su pasión y muerte. Y que también deseen fortalecer más y más su fe y mejorar su vida. Pero los hipócritas y los que no se arrepienten de verdad, comen y beben su condenación.

a. 1 Cor. 11:28; 1 Cor. 10:19-22. 
82. P.

82. Pregunta: ¿Deben admitirse también a esta Cena,los
que por su confesión y vida se declaran infieles e impíos?

R.

Respuesta: De ninguna manera, porque así se profana el pacto de Dios, y se provoca su ira sobre toda la congregación (a). Por lo cual, la Iglesia debe, según la orden de Cristo y de sus apóstoles (usando de las llaves del reino de los cielos), excomulgar y privar a los tales de la Cena, hasta que se arrepientan y rectifiquen su vida.

a. 1 Cor. 11:20, 34; Isaías 1:11; isaías 66:3; Jer.7:21; Salmo
50:16.

Copyright 2010. Comité permanente para la publicación del "Libro de alabanzas" de las Iglesias Reformadas de Canadá. Utilizado bajo autorización.